noviembre 08, 2008

¡Dios!, me cuesta tanto


Ayer reconcielie la idea de la Existencia de Dios,
Un ente que nos enseña a vivir de acuerdo a nuestras capacidades,
Nos brinda oportunidades y las desaprovechamos como buenos mortales,
Dios es una idea efimera, va y viene por el mundo,
Un Ente invisible, brinda lecciones
y toma parte en las desiciones,
Cuan tonto es renegarle, por que cuando las cosas van mal,
Dudamos de su no existencia,
Ayer una amiga, que esta muy ligada a él, pero no de forma mortal,
sino espiritual, me ha dicho algo tan cierto,
A algunos les brinda segundas oportunidades por que saben como pedirlas,
Y anoche he reflexionado, no se pedir, tampoco se como dirigirme a él.
Me cuesta tanto trabajo iniciar de nuevo,
Me cuesta tanto olvidar y renunciar al pasado,
Me cuesta tanto volver a nacer de entre cenizas,
Me cuesta tanto pedir segundas oportunidades,
Recuerdo el pasado y las heridas sangran de manera abundante,
como si nunca hubieran coagulado, como si la cicatriz se hubiera desgarrado.
Me cuesta olvidar el rostro del amor y como solia sentirse,
Me cuesta pasar por todos los lugares que llevan el aroma de su piel impregnado,
Me cuesta aun más sonreirle al sol de invierno sin estar a su lado,
Me cuesta despertar y dejar de lado la promesa, de ver el amanecer a su lado,
Me cuesta tanto sentir mis pasos, mirar, ver que no esta a mi lado,
Ideas de más en un lago, donde se ahogaron todas las ilusiones,
Famélicas peroratas de aficción falsaria

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